Los alumnos de 5° año transitaron su último tramo en el colegio, un tiempo que los invitó a mirar hacia atrás y, al mismo tiempo, a abrir nuevas puertas hacia el futuro. Cada paso que dieron fue fruto de una historia que empezó hace muchos años, en los primeros juegos, aprendizajes y vínculos que forjaron en estas aulas y patios.

Encuentro entre generaciones

Como parte de este recorrido, los más grandes llevaron adelante un proyecto especial junto a los alumnos de K5: Huellas en camino. Con el deseo de reconectar con sus raíces y volver a los inicios, compartieron actividades que incluyeron propuestas de ambientes, estaciones y hasta una jornada campamentil.
En ese intercambio, quienes estaban por despedirse acompañaron a quienes recién empiezan, regalando a los más pequeños la mirada y la experiencia de quienes ya caminaron un largo trayecto. Así, se construyó un puente simbólico que unió los comienzos con las despedidas.

Mirar hacia el futuro

En paralelo, 5° año participó del programa “Conexión Profesional”, que les permitió conocer distintos ámbitos laborales y descubrir cómo es un día en la vida de diferentes profesionales.

Además, en la materia Seminario, donde trabajan habilidades para el futuro, realizaron un taller de empleabilidad en el que armaron su CV y perfil de LinkedIn, y vivenciaron un simulacro de entrevistas laborales. Estas experiencias les brindaron herramientas concretas para empezar a proyectarse en su camino formativo y profesional.

Un camino compartido

Así, la comunidad de Las Cumbres acompañó a sus estudiantes en este tiempo único, entre la emoción de los cierres y la ilusión de los nuevos comienzos. Porque cada final es también una puerta que se abre, y cada paso dado deja huellas que seguirán marcando el camino.